miércoles, 20 de mayo de 2009

hay vida despues del dolor

A mi peque le están saliendo las muelas.
Se queja, se desespera, muerde todo con rabia.
Se desvela por la noche.
Se desvela por el día.

A veces se muerde los puños, y me mira pidiendome que haga algo.
Y no puedo hacer gran cosa.
Le doy la teta.
Le canto.
Le acuno.
Le cuento un cuento.
Le llevo al parque.
Le dejo jugar con el agua del bidé.
Le doy a chupar un pañuelo fresquito.
Le vuelvo a dar la teta.
Le damos la teta a los muñecos.
Se ríe.
Se entierra en la arena del parque.
Se moja los pies.
Hacemos los leones: groarrrrr....
Y la vaca: mmmmuuuuu...
Hacemos cosquillas.
Nos escondemos: cucú-trás.
Otro cucú-trás.

Y es que hay vida después del dolor.
Hay compañía durante.
Hay felicidad después.

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