miércoles, 6 de mayo de 2009

Soy feliz.

Tengo la suerte de ser feliz. Inmensamente feliz. Por nada. Por todo.
Y mi felicidad no depende de nadie.
Y soy feliz porque me sale de dentro.
Y porque me lo propongo cada día: hoy un poco más.
Me quiero, me cuido, me voy aceptando, me sincero conmigo.
Procuro no mentirme, y cuando lo hago, procuro decirme la verdad, y no sobreexigirme.
A veces me duelo, me cabreo, me asusto, me agobio. Pero eso es parte de la vida.

No seré feliz porque mi hijo haga esto o lo otro.
No tiene la responsabilidad de hacerme feliz.
Es un ser libre, como yo.

Somos dos pájaros libres que ahora vuelan juntos.
Somos, en realidad tres pájaros, una familia de pájaros.
Y somos felices, cada uno a su manera.
Y el pequeño es feliz. Y me gusta, me gusta ver su felicidad, me da un placer infinito.

1 comentario:

el lector dijo...

vaya pájara..., un bs