sábado, 31 de enero de 2009

El largo y frio invierno



Se me está haciendo eterno, tengo unas ganas locas de que llegue la primavera. Incluso ha nevado en esta latitud en la que no acostumbra. Me aburren los catarritos, los mocos, las toses. Estoy deseando quitarme ya el abrigo, llevar a mi niño en brazos y besarle las orejas sin gorro. Pero, ¿cuánto queda aún?


Entiendo que deba de ser así, aunque mi corazón se está congelando sin remedio. Cada día más fría para lo que menos me importa, y me asusta.

viernes, 30 de enero de 2009

Excedida


A veces me paso.

Otras no llego.

Pero ayer me pasé tres pueblos.

Demasiadas explicaciones, demasiadas disculpas después.

Esta excedencia hace excederme más de lo acostumbrado.

Esta alteración de la conciencia me trae por el mal camino.

jueves, 29 de enero de 2009

Vámonos a vivir al campo


Todos los días lo digo, en alto o en bajito. Vámonos de la ciudad, vámonos a un pueblo. Y de qué viviremos allí. No sé. Pero vámonos, cerca del mar, cerca del aire, cerca de la hierba. Criemos a la criatura lejos del tráfico, del ruido, de la contaminación, de las prisas. Y me parece un sueño. Soñemos.

miércoles, 28 de enero de 2009

una más contra el estivil


Me comentaban unos abuelos que a su nieta le dejaban llorar en la cuna. La madre le acuesta a las 9, y la nena llora (tiene 5 meses), la madre controla el tiempo en un relog, y acude al rato, la nena calla mientras la madre está con ella, silencio, y la madre sale de la habitación, la nena vuelta a llorar, y la madre vuelta a controlar el tiempo. Mientras me lo contaban, ponían caras de gravedad, algo muy importante estaba ocurriendo. La nena llora y llora, y la madre vuelve a acudir, la nena calla, el silencio. Y sale de la habitación, con nuevos lloros. Cada vez más apaciguados, cada vez más agotados, hasta que solo se oye el silencio. Y la madre, suspira. Y los abuelos, acongojados por dentro, intentan una conversación que tape lo ocurrido.


Me pregunto si esto es ético, si es práctico, si es adecuado, si es importante... Imagino la tensión ambiental, la tensión del bebé, claro, de la madre, de los abuelos que presencian esta escena. Noche tras noche, día a día.


¿Qué mensaje daremos a estos niños?, ¿Cuál es el poder que se ejerce?, ¿Qué grado de violencia soterrada?, ¿Qué más puede hacer un bebé?.


Me parece una barbaridad. Cuando me lo contaron, miré a mi nene, y les dije: nosotros, menos mal que no tenemos que andar haciendo eso, nos vamos juntos a la cama haciéndonos cosquillas. Qué suerte, contestaron.


Sí qué suerte tengo.

martes, 27 de enero de 2009

estoy en excendencia comienza hoy


Hola, cómo estás me preguntan. En excendencia, y realmente qué significa eso? Para muchos serán unas vacaciones no pagadas, para mí un periodo de dedicación a la crianza de mi hijo. Y la crianza es un trabajo duro, arduo, con remuneración simbólica, y lleno de conflictos. Los compañeros de trabajo son majos, arriman el hombro siempre que pueden, pero este trabajo implica una alta responsabilidad por lo que a veces siento la soledad del alto cargo.

A traves de este Blog quiero ir dejando algunos pensamientos y hechos acaecidos durante este tiempo "muerto" laboralmente, y lleno de vida, de la vida auténtica que sospechaba estaba delante de mis narices, y que ahora me encuentro llena de alegría.