Se me está haciendo eterno, tengo unas ganas locas de que llegue la primavera. Incluso ha nevado en esta latitud en la que no acostumbra. Me aburren los catarritos, los mocos, las toses. Estoy deseando quitarme ya el abrigo, llevar a mi niño en brazos y besarle las orejas sin gorro. Pero, ¿cuánto queda aún?
Entiendo que deba de ser así, aunque mi corazón se está congelando sin remedio. Cada día más fría para lo que menos me importa, y me asusta.
1 comentario:
yo odio el invierno, se pongan como se pongan. el calor llegará, seguro.
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