jueves, 2 de abril de 2009

otro mundo es posible

Estoy pensando en el mundo del futuro.
Estoy pensando en qué mundo va a vivir mi hijo.
Y mi responsabilidad sobre ello.

Otro mundo es posible, queremos otro mundo para nuestros hijos: más respirable, más sano, más humano, más ecológico, más mejor.
Y, ¿qué hacemos para ir hacia él?

No nos podemos quedar de brazos cruzados esperando que llegue a nosotros por arte de magia. No podemos pretender que sean los niños quienes, aprendiendo de nuestro nefasto ejemplo, hagan algo diferente cuando sean adultos.

Estoy optimista, convencida de que mi hijo trae un mensaje importante. Todos los niños del mundo traen un mensaje que hay que escuchar, ya mismo, ahora.
Y es el mensaje de la Conciencia. Y del Compromiso por el cambio global. El cambio que empieza por uno mismo, íntimo, pequeño, pero muy poderoso.

Hablamos de salir de Matrix, de tomar el pulso a lo que realmente ocurre cuando queremos cerrar los ojos y no ver la realidad. Mi hijo me lo enseña cada día: mírame, mamá, mírame de dice. Y le miro. Y veo.

¿Qué puedo hacer yo?, ¿Qué herramientas puedo darle, si no sé con lo que se va a enfrentar en el futuro de este mundo cambiante?. Si las que me facilitaron mis padres no sirven ya, si lo que planearon para mí está obsoleto. No quiero cometer el mismo error.

Pienso, me devano los sesos. Y mira, lo tengo ahí delante, diciéndome: mírame, mamá. Porque realmente lo que quieren los niños es que los veamos, como son. Les ayudemos a reconocerse, a explorarse, a tomar conciencia de sus emociones, a ser sinceros consigo mismo. Nos piden empatía, compasión, creatividad, hacer equipo, y amor incondicional. Y eso es el equipo necesario para enfrentarse en la vida de adulto y salir con éxito de cualquier empresa que emprendan.

Así que, ahí estoy comprometiéndome con el futuro. Mirándome en el espejo que es mi hijo, quien me devuelve dos tazas de lo que no quiero ver en mí. Creyendo que otro mundo es posible, teniendo una conciencia abierta, siendo más ecológica, más coherente, más compasiva conmigo y mis contradicciones, y menos hipercrítica con Matrix, entendiendo más, aceptando mejor y siguiendo mi camino de cambio.

No hay comentarios: