miércoles, 25 de febrero de 2009

Lenguaje intuitivo

Me encanta esta imágen. Tan irreal, tan fantasiosa.

Pero lo que quería decir es otra cosa.

El lenguaje verbal y el visual nos entretiene demasiado.

Y ahora que mi niño empieza a ver el mundo y lo señala con su dedo, empieza a hablar sin palabras. Tenemos grandes conversaciones sobre todo. En silencio, o con gestos, con pequeños sonidos de apoyo. Es el lenguaje intuitivo. Y creo que, antes de que pudiésemos articular palabras, debíamos guiarnos con esta forma de comunicación. Es la más pura, no tiene equívoco, no hay malas interpretaciones, no hay doble lenguaje, no hay falsedad.

Tampoco vamos a pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor. Ni en la pureza del ser humano prehistórico. Dejemos ese debate para otro momento.

Solo que disfruto hablando sin hablar. Mirando el mundo a través de su mirada. Me lo muestra todo, me lo comenta: le gusta, le disgusta, le da susto, le atrae, no se atreve, me lleva, quiere que se lo dé, tiene sed, hambre, está preocupado, de ese señor no me fío, me pongo contento con la música, enséñame otra vez eso, esto quema, esto pincha, está frío, descansamos un poco, bailamos, te quiero mamá.

1 comentario:

el lector dijo...

Bueno sí. Es bonito ver la cara de un niño e intentar comprender su estado, sus deseos.

Pero yo soy lingüista. Creo firmemente que es el lenguaje lo que nos hace humanos.

Cuando tu bicho te nombre, mirándote, lo sabrás. Ahí empezará a tener su lugar en el mundo.